Con la densa vegetación de las selvas lluviosas del norte de Guatemala ocultando sus restos de 2.000 años de antigüedad, la plena extensión de la forma de vida de los mayas tempranos era imposible de ver. Pero la tecnología láser ha ayudado a los investigadores a descubrir un sitio maya previamente desconocido de 650 millas cuadradas (1.683 kilómetros cuadrados) que ofrece nuevas e impactantes perspectivas sobre los antiguos mesoamericanos y su civilización.
Los investigadores detectaron el vasto sitio dentro de la Cuenca Karst de Mirador-Calakmul del norte de Guatemala utilizando la tecnología LiDAR (detección y medición de luz), un sistema de mapeo láser que permite detectar estructuras debajo de las densas copas de los árboles. El mapa resultante mostró un área compuesta por 964 asentamientos desglosados en 417 ciudades, pueblos y aldeas mayas interconectados.
Un análisis reciente de los grupos de arquitectura, publicado en la revista Ancient Mesoamerica, reveló que la red de senderos elevados de piedra, o calzadas, de 110 millas (177 kilómetros) que conectaba las comunidades, muestra que la civilización temprana fue el hogar de una sociedad aún más compleja de lo que se pensaba anteriormente.
“Son el primer sistema de autopistas del mundo que tenemos”, dijo el autor principal del estudio, Richard Hansen, profesor de antropología de la Universidad Estatal de Idaho. “Lo increíble de (las calzadas) es que unen todas estas ciudades como una telaraña… lo que forma una de las primeras y primeras sociedades estatales en el hemisferio occidental”.

Las calzadas, que se elevan por encima de los pantanos estacionales y la densa flora forestal de las tierras bajas de los mayas, formaron “una red de interacciones sociales, políticas y económicas implícitas” con implicaciones adicionales en cuanto a las “estrategias de gobierno” debido a lo difícil que habría sido construirlas, según el estudio.
Las calzadas estaban compuestas por una mezcla de barro y piedra de cantera entre varias capas de cemento de piedra caliza. Los mayas probablemente hicieron los caminos elevados con un proceso similar al que usaron para construir sus pirámides, creando cajas de piedra de 10 a 15 pies (3 a 4,5 metros), luego llenándolas, apilándolas y nivelándolas, según Hansen. Varias de estas calzadas tenían un ancho de 131 pies (40 metros), casi la mitad de la longitud de un campo de fútbol americano.
En lengua maya, la palabra para calzada es “Sacebe”, que se traduce como “camino blanco”. Sobre los caminos elevados había una gruesa capa de yeso blanco, que habría ayudado a aumentar la visibilidad por la noche, ya que el yeso reflejaba la luz de la luna, según Hansen.
LiDAR se ha utilizado para detectar los restos de las civilizaciones mayas tempranas desde 2015, cuando se realizaron dos grandes.
Source: cnn.com